Una mirada a las tendencias del consumo cinematográfico en el contexto santiaguero actual.
Resumen
En Cuba, el tema del Consumo Cultural no ha sido una prioridad en la agenda de investigaciones de las
Ciencias Sociales pero se han realizado algunos acercamientos al análisis de las audiencias, los públicos
y la utilización del tiempo libre en diversas regiones de la isla. Investigadores del tema vinculan los
estudios sociológicos sobre consumo cultural a las indagaciones y las dinámicas por conocer las
características de los destinatarios de los bienes simbólicos y su incidencia en la vida cotidiana.
Como variable del anterior, el análisis del Consumo Cultural Cinematográfico, ha devenido en tema de
gran importancia toda vez que ha sido investigado desde la perspectiva capitalina sin tener en cuenta las
particularidades territoriales de la isla, por lo que el aporte teórico de la investigación, se orienta hacia
dos vertientes fundamentales: la primera, examinar las marcadas limitaciones institucionales que
provocan vacios en el accionar sociocultural de las salas de cine y video en las comunidades
santiagueras y en segundo lugar caracterizar al público consumidor de cine mediante variables sociodemográficas clasificatorias que permiten determinar las principales tendencias de esta práctica
sociocultural en el contexto contemporáneo de la Ciudad de Santiago de Cuba.
En tal sentido, la tesis particulariza en el cómo, la irrupción de las nuevas tecnologías de la información,
la proliferación de la piratería del bien cultural cine y la autorización a cuentapropistas para comercializar
la obra cinematográfica, elementos articulados con el accionar institucional deficiente, estimulan el
consumo alternativo del producto audiovisual, marcando segmentos de diferenciación, de integración y
nuevos modos de comunicación que impersonalizan al espectador, toda vez que impiden su afluencia
a las salas tradicionales, violentan los preceptos, normativas y patrones de consumo establecidos por la
red institucional y desvalorizan el producto cinematográfico.
A pesar de lo antes expresado, el estudio demuestra que la baja afluencia de espectadores a las salas
de cine y video tradicionales, no significa que haya disminuido el gusto de los santiagueros por el cine,
como obra artística mantiene su valor simbólico dentro de las preferencias de la población mayoritaria,
pero han cambiado las formas de relacionarse con el mismo, pues, los diversos grupos y segmentos
poblacionales, desplazan sus actividades de consumo de los espacios públicos hacia nuevos lugares
informales e intimistas.